domingo, 16 de noviembre de 2008

EL OBSERVATORIO DE LOS MEDIOS. RE(LA)TOS DE UNA DISCUSION MEDIADA

Amigos les dejo un texto presentado en las 2da JORNADA NACIONAL DE CIENCIA POLÍTICA
Los desafíos de la Ciencia Política de cara al Bicentenario
30 y 31 de Octubre del 2008. Río Cuarto/Cba.

“El Observatorio de los medios. Re(la)tos de una discusión mediada”

Ramón Monteiro[1]

I.- Introducción.
El recelo que se plantea a menudo entre el campo político y el campo comunicacional llegó en la Argentina actual a su máxima expresión cuando el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner hizo pública la decisión de crear una Observatorio de Medios contra la discriminación.
A partir de esa medida un sinnúmero de argumentos en pro y en contra se pueden leer, escuchar y mirar en los diferentes medios de comunicación de masas.
La creación del Observatorio puede señalarse como una consecuencia-reacción por parte del gobierno nacional frente al conflicto que se suscitó con el sector agropecuario y que entiende fue tratado de una manera distorsionada por el conjunto massmediático del país. La Presidenta, entonces, apelando a un informe realizado por la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires enfiló sus críticas hacia los medios de comunicación y así dio paso al Observatorio.
Sin embargo, la puesta en marcha de ese ámbito, paralelamente abre una serie de conjeturas y posiciones que pueden ser entendidas considerando que en nuestro país, los medios de comunicación no tienen la costumbre de ser apelados como actores sociales, políticos, culturales, ideológicos y comerciales de relevancia.
La sola presencia del Observatorio de Medios dio lugar a que intelectuales, políticos, representantes de medios, periodistas, casi nada de ciudadanos, opinen sobre el papel, el lugar, el rol y la conveniencia de tener ese tipo de observador.
Justamente a partir de esas consideraciones, nuestra inquietud central es reconocer la manera en que la creación del Observatorio de Medios es considerado por diversos sectores de la vida social, política y económica del país. Esto permite rastrear distintas posiciones de los actores que tienen interés en este tema, que por su variedad y cantidad congregada pone de relevancia la importancia que adquiere esta tónica del Observatorio.
¿Cuáles son las posiciones destacadas por los más diversos actores sociales sobre la creación del Observatorio de Medios por parte del gobierno nacional?
Las respuestas a ese interrogante conlleva de antemano una serie de expresiones, declaraciones, que no necesariamente, deberán estar en concordancia ya que el tema trae aparejado esferas interpuestas de múltiples intereses. Intereses políticos, comunicacionales, económicos e ideológicos, pero sin embargo, necesarios de ser vislumbrados para poder revelar los aspectos sustanciales de una discusión mediada por los medios de comunicación.

II.- Una breve discusión teórica-referencial
Se conoce desde hace bastante que la relación entre el campo político y el campo comunicacional no siempre es distendida. Mucho menos cuando aparecen cuestiones que tocan o rozan los intereses de ambos espacios.
D. Woltón, por ejemplo, dice que entre la política y los medios de comunicación hay una relación de plena conveniencia. Se necesitan, se expulsan permanentemente, en fin, una relación “satánica” (Woltón D. 1998).
Es que cada una de esas esferas pretende monopolizar parte del espacio público a través de la legitimación de sus discursos. Y cada uno al tener una lógica de acción trata por todas formas de hacerse reconocer como el principal constructor de la realidad social.
En tal sentido, se podría aventurar que en los últimos años la maquinaria instrumental mediática intenta mostrarse como el punto de referencia obligatoria desde donde se conoce el mundo. Con sus discursos, con sus puntos de vista, con sus predilecciones políticas, sociales y comerciales (Priees, F. 1999). Cuestiones, que ponen al campo político, en un lugar incomodo públicamente, debido a que otro actor social, como son los mass media, le disputan la preeminencia sobre la constitución de la vida social. Pero esto no es inédito: afectado por la incapacidad de sobreponerse a la devaluación social en la que entró hace tiempo; por la falta de identidad con las necesidades de sus votantes; por la inoperancia para dar soluciones a los requerimientos llegados desde la ciudadanía y, ni que hablar por la incapacidad de generar espacios de discusión publica, el campo político y los políticos se ven tironeados por la maquinaria mediática ( Mora y Araujo, M. 2005 ).
En ese contexto, no resulta difícil entender que la política, como campo de acción y decisión, se encuentre bajo un “estrés comunicacional” (Sirsanelli, U. 2004) por la presión a la que es sometida por la lógica comunicacional. Parecería que está en una exposición que la ubica en un estado de vulnerabilidad pública que le imprime el ritmo, el decir y las posiciones. Y aunque ambos espacios se requieren, todo indica que la relación puede volcarse a favor de los mass media, debido a la migración desde la política por parte de los diferentes actores sociales que buscan (y hasta encuentran) en los medios los márgenes que le permitirían ver la realidad.
Pero esa posición, no anula la probabilidad de que la política imprima a la orientación de la relación sus propios criterios. Sería injusto con el campo ya que es desde la política desde donde se construyen referencias y discursos que pueden ser de aplicación universal en la sociedad, por ejemplo a través de las leyes (Elizalde, L. 2008). El caso de la Ley de Radiodifusión impuesta por la Dictadura Militar (1976-1983) es un ejemplo extremo de hasta donde el campo político puede condicionar la vida de las personas. Pero además, el campo comunicacional no es el único lugar en el cual se construyen legitimidades, la escuela por ejemplo es uno de esos ámbitos. Crea y recrea condiciones para el cultivo de representaciones y percepciones de la realidad, abordadas desde una institución que se asocia directamente con los procesos de socialización de las personas, sobre todo si son niños. La religiosidad, es otro de los campos que reclama parte de la configuración de la realidad (Monteiro, R. 2004).
De ahí que es pertinente establecer búsquedas más profundas para entender cómo la realidad social aparece como una puja por las preeminencias de intereses que pueden accionar puntos de vista sobre el quehacer cotidiano. En ese sentido, la ubicuidad de los medios es relevante señala cuan preponderantes son en el armazón de la vida social, pero no por ello desligados de otras esferas como es el caso político. La constitución de las legitimidades en el espacio público requiere incorporar una perspectiva incluyente de múltiples posiciones. Los medios de comunicación de masas y la política, son dos de las preponderantes, es ese caso (Amado Suárez, A. 2005).
Esto último, nos induce a indagar en cómo es considerado por los diversos actores existentes en la vida social Argentina el Observatorio de Medios[2] que impulsa el gobierno nacional encabezado por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

III.- Lo que dijo Cristina…
Considerando que los medios masivos de comunicación no eran lo suficientemente responsable en la constitución y difusión de contenidos sobre el conflicto que su gobierno entabló con el sector agropecuario, la Presidenta de la Nación dijo que se tornaba imprescindible profundizar en el Observatorio contra la Discriminación atendiendo a la problemática de los medios de comunicación social.
Para esta decisión, apeló a la Resolución aprobada el 1 de abril del 2008 por el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA). Resolución que señala, entre otras cuestiones: que si bien los medios de comunicación son empresas que tienen como finalidad el lucro cabe “reclamarles ética y función social”. Pues, al ser su materia de trabajo los mensajes emitidos a la sociedad, con opiniones y puntos de vistas sobre la realidad, con una “indudable y creciente influencia social y política” requiere atenerse a una doble vía de responsabilidad: que no afecte el derecho de la información, a través de la “libre expresión” reclamada por los propietarios pero tampoco los “derechos de quienes reciben la información”.
Definiciones que son enmarcadas en lo que el órgano de gobierno universitario califica de “lock out” llevado a cabo por los productores agropecuarios. En ese sentido, creen las autoridades de la Facultad que durante el conflicto entre el sector del campo y el gobierno, en los medios de comunicación “han existido expresiones periodísticas –no corregidas ni enmendadas por colegas del propio medio o sus superiores- (…) que llenan de vergüenza e indignación por sus contenidos clasistas y racistas, y por la supina ignorancia que revelan”.
Luego de otras consideraciones, el documento que reclama por una nueva “ley democrática de radiodifusión” con sus derivaciones de pluralidad e inclusión, agrega: puede ocurrir que los periodistas tengan una dificultad extrema en poder saltar las líneas editoriales pero eso no debería conlleva a “expresiones discriminatorias como naturales a la profesión” sin respeto “a las líneas éticas de la misma”.
Con ese marco, el documento de la Facultad de Ciencias Sociales Resuelve en su Artículo N° 2, inc. N° “b”, exhortar al COMFER (Comité Federal de Radiodifusión) que apele y “proceda a realizar las actividades previstas en la Propuesta N° 208 del Plan Nacional contra la Discriminación , aprobado mediante Decreto N ° 1086/05 por medio del Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión y de acuerdo a sus objetivos, en los espacios referidos en el punto anterior, publique el seguimiento de los contenidos de las emisiones de radio y televisión referidas en los considerandos y difundas las conclusiones respectivas”.
Finaliza el documento apelando a las organizaciones sindicales de periodistas para que llamen la atención a sus afiliados y socios que puedan llegar a la falta de éticas graves, como las cometidas durante el conflicto agro-gobierno.
Sin entrar a analizar porqué este documento, por ejemplo, no hace referencia al caso de la prensa escrita, pues no es motivo de nuestra preocupación, señalamos que la Presidenta Argentina lo toma como base para lanzar públicamente la creación del Observatorio de Medios. Hecho que se plasma con una doble estrategia, dar a conocer su punto de vista a partir de la palabra de algunos de sus funcionarios[3] y de los representantes de la Facultad de Ciencias Socales y de ella misma que ocupa una actividad gubernamental como la entrega de viviendas.
Con la intención de apuntalar la creación del Observatorio de Medios, apela Cristina de Kirchner a que su gobierno realiza tareas que benefician a los trabajadores, y que sin embargo, son “soluciones que tienen que ver con un relato de una Argentina, que muchas veces no coincide con lo que uno escucha o ve tal vez en los grandes medios de comunicación”[4].
Crítica directa a los medios de comunicación que le permite avanzar en la relación con los directivos de la Facultad de Ciencias Sociales. Expresa que los académicos le reclaman la profundización de los “mecanismos vigentes” que no es más que el Observatorio de Medios que debería depender del COMFER con el fin de realizar una “mirada reflexiva sobre cómo nos informan y nos comunican a los argentinos” cuestión que, según la mandataria “se hace imperiosa”.
En esa línea argumental, sostiene la decisión de la creación del Observatorio al profundizar en un discurso donde ella misma queda incluida: “los argentinos tenemos que reflexionar” sobre quiénes son los propietarios de los medios de comunicación, del los derechos de informar y de expresión, dice la gobernante. “…si son realmente las grandes empresas de comunicación o es el ciudadano y la ciudadana de a pie –como me gusta decir- que merece que todas las historias, todos los relatos (…)sean difundidos…”[5].
Independientemente de esa afirmación, lo cierto es que el respaldo político para la creación del Observatorio, se justifica a partir de entender como necesario e imprescindible que todas las personas argentinas puedan escuchar todas las voces, “…todos los relatos y que además, lo hagamos en un marco de democratización profunda y de rechazo a toda forma de discriminación que tenga que ver con el color de piel, con la posición social o con la fe religiosa o con cualquier otro tipo de discriminación…”
Y afirma la necesidad política de la creación del Observatorio al señalar con énfasis: “parece ser que hay una prohibición decretada desde algún lugar de que comunicar a los argentinos que las cosas nos van mejor o que también pasan buenas cosas en la República Argentina, fuera algo que está demás o que molesta”.
En consecuencia, termina el discurso de la Presidenta, señalando necesario reclamarle a los medios de comunicación, la responsabilidad de informar a la opinión pública porque ayuda a una “mejor calidad institucional y democrática” que han reclamado desde siempre, “…por supuesto a los otros, nunca a ellos”, dice Cristina de Kirchner.

IV.- Lo que dijeron quienes están a favor…
V. Price(1995) señala que en el proceso de constitución de la Opinión Pública debe existir “un tema en común” sobre el cual los diferentes actores sociales debatan. “Debate Público”, llama el autor a ese proceso por el cual las personas reunidas públicamente analizan, discuten, acuerdan sobre algo.
Si se acepta ese argumento, entonces, los actores sociales, políticos o de otra naturaleza, interesados en el problema de la creación del Observatorio de Medios tienen un tema común sobre el cual explayarse. En ese sentido, ¿cuáles son las perspectivas y puntos de vista acerca de la decisión política de la Presidente de la Nación de impulsar un organismo que “observe”, el accionar de los medios en el país?
Aquí aparecen posiciones disímiles, según, esté de acuerdo o en contra sobre la decisión presidencial.
Entre quienes llevan la voz a favor se encuentran funcionarios gubernamentales, intelectuales y directivos de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Mientras que sobresalen por su oposición al proyecto, periodistas y los propios medios masivos de comunicación que tienen en los diarios más grandes del país la voz privilegiada: diario Clarín y Diario La Nación.
Las opiniones incluidas en el primer grupo, de acuerdo con el proyecto presidencial, pueden destacarse fundamentalmente por la proximidad argumental basada en que los medios de comunicación no llevaron acabo una “cobertura” que permitiera garantizar o fomentar “la pluralidad de opiniones y la pluralidad de voces” respecto a las “últimas movilizaciones a Plaza de Mayo”, según lo expresado por el Interventor del COMFER[6].
Es que los representantes del gobierno se sitúan en un plano de la argumentación que revela la necesidad de controlar lo que difunden los medios de comunicación al espacio público sobre un tema como el conflicto suscitado entre el sector agrario y el gobierno nacional. Justamente, la funcionaria responsable del INADI, señala que en el marco del Plan Nacional Contra la Discriminación puede funcionar, y así lo hace, el Observatorio de Medios. Que esa instancia fue creada en el año 1996 con injerencia del COMFER y del Consejo de la Mujer.
Y en su rol de organismo controlador, dice la responsable gubernamental, que han seguido con atención durante días las noticias y contenidos difundidos por los medios de comunicación sobre aquel conflicto. Seguimiento que reveló que los mass media expusieron a la opinión pública “…algunas situaciones vinculadas al racismo, expresiones que podrían ser consideradas racistas, clasistas o sexistas en una instancia compleja…”, cuestiones que fueron reiteradas constantemente.
Sin analizar si las argumentaciones de la responsable del INADI, corresponden solo a las posiciones y verbalizaciones del arco opositor o si incluye también lo manifestado por activistas, militantes o funcionarios vinculados al gobierno nacional[7], no es raro que la funcionaria entienda que esa labor de control y observancia se lleve a cabo con la colaboración de la academia de la Universidad de Buenos Aires.
En ese escenario, el Decano de la Facultad de Ciencias Sociales, apela a la importancia que tiene la Carrera de Ciencias de la Comunicación en el país como generadora de conocimiento y, desde esa posición retoma “algunas alertas de docentes de la facultad” respecto a las formas en que el conflicto agrario fue tratado por los medios de comunicación, que según, el funcionario universitario “transgredían las situaciones de debate más usual que hay en este tema”, que incluyen incluso “situaciones de discriminación”.
Así, el directivo universitario, basándose en el conocimiento dado por los especialistas en comunicación, reclama a las autoridades gubernamentales la profundización de acciones por parte del Observatorio para constatar y comparar los resultados logrados por ellos y los que puedan surgir de la observación del organismo de control[8].
Considerando lo expuesto, podrá verse la concordancia de argumentos similares entre los responsables de la institución universitaria y las pretensiones del poder gubernamental sobre la necesidad perentoria de relanzar el ámbito de vigilancia sobre los contenidos y mensajes de los medios de comunicación.
Si bien esas posiciones corresponden, en última instancia, a estratos diferentes del ámbito estatal y gubernamental, lo cierto que la discusión en torno a la creación del Observatorio de Medios también involucró a otros actores socales. Así es el caso de un grupo de intelectuales[9] que emite una posición pública sobre el tema. Bajo el Título de “Carta Abierta”(19/04/08) pondera el conflicto suscitado entre el gobierno nacional y el sector agropecuario como una “dura confrontación” entre sectores económicos, políticos e ideológicos que históricamente han estado en puja por la “distribución de la renta”. Confrontación que según el documento, perfila un “clima destituyente”, de “golpismo”, no en el sentido clásico, sino bajo la idea de un “desprecio” institucional.
Con esa base justificatoria los intelectuales entienden que en el conflicto campo-gobierno jugaron un papel significativo los medios masivos de comunicación “más concentrados” con “altísimos alances de audiencia” sean gráficos o audiovisuales. Que tienen la capacidad de estructurar diariamente la “realidad”, definir la “verdad” desde “variables interesadas” que exceden el impacto y el raiting. Y en esa descripción, entonces, es fácil comprender una mirada sobre los medios como gestores de la “distorsión” y en consecuencia con alto grado de prejuicios y racismo sin ningún tipo de responsabilidad por la información.
Basándose en un discurso de plena oposición a lo que emiten los mass media, el grupo de intelectuales los considera como realizadores de una práctica de auténtica “barbarie política” que a diario desinforma y discrimina. A partir de ese fundamento, no es difícil que el discurso esté cargado a favor de la creación del Observatorio y de reacción hacia los “grandes medios”, quienes muestran un claro “desprecio fundamental por el debate público y la efectiva libertad de información”.
Finaliza el documento con una serie de consideraciones generales sobre el papel de los medios de comunicación, haciendo hincapié en cuestiones que atarían a éstos con prácticas vinculadas a la “derecha ideológica del mercado”, y con la necesidad de reconstruir una ámbito de discusión e inclusión de los diversos sectores sociales, económica, política y culturalmente. Esto en concordancia con la búsqueda que llevan adelante otros países de la región.

V.- Lo que dijeron los que están en contra…
Dice Marcinkowski (1999) que los medios de comunicación de masas proponen miradas sobre el acontecer diario de una manera que involucran a múltiples aspectos de la vida social. Problemas institucionales, factores sociales, perspectivas económicas, cuestiones culturales e ideológicas son considerados e incluidos en sus repertorios. Repertorios que influyen sobre los integrantes de la opinión pública.
Si es así, entonces, habrá que darle valor a la denuncia realizada por la Presidente Argentina sobre el papel negativo que la prensa tuvo sobre el conflicto campo-gobierno, pues según la mandataria, no proponen ninguna mirada positiva sobre lo que ocurre en la sociedad argentina.
Esa cuestión, fundamental, que lleva a crear el Observatorio de Medios es apelada con fuerza desde los dos principales medios gráficos del país: La Nación y Clarín.
Ambos diarios forman parte de complejos multimediáticos que concentrarían cerca del 80% de las propiedades comunicacionales del país, y lo más significativo, de los flujos informativos que surcan el espacio público argentino. De ahí su importancia, no porque se pretenda señalar que los medios son portadores hipodérmicos de contenidos, sino porque serían configuradores de perspectivas sobre el acontecer cotidiano en el que se desenvuelve la vida de las personas. W. Lippmann (1964) lo llama “pseudoambiente”. Cuestión de trascendencia con aberturas hacia múltiples escenarios: esa configuración propiciada desde los mass media contribuiría sustancialmente a la formación de mundos sociales que pueden ser interpretados en clave con lo definido por los encuadres explícitos o implícitos fomentados desde los medios masivos.
Formulado de esta forma, entonces, vale rescatar algunas de las cuestiones difundidas por los diarios Clarín y La Nación por ser ellos, los periódicos de mayor cantidad de números circulando cotidianamente[10].
Ambos medios, se hicieron eco de la creación del Observatorio de Medios de Comunicación impulsado desde el gobierno de Cristina de Kirchner. Así, el diario La Nación el día 19 de mayo del 2008, bajo la parábola de la sospecha titula: Qué observa el observatorio de medios[11], alusión sin rodeos sobre las funciones que tendría el organismo de control directo sobre los contenidos difundidos.
En ese contexto, el acento del diario está puesto primordialmente en las “libertades de opinión y expresión” como derechos individuales pero también como sustento indispensable para el fortalecimiento y consolidación de la “institucionalidad democrática”, ya que según el periodista firmante, los medios tienen la responsabilidad de controlar el ejercicio del poder con el consiguiente derecho de denunciar públicamente los “posibles abusos”.
Con esa consideración, la voz del diario La Nación perfila su perspectiva sobre el Observatorio de Medios hacia un rechazo pleno, al considerar que el “inefable” discurso oficial lleva a un “discurso único” que podría redundar en un difuso e inédito organismo que alteraría las reglas de las libertades resguardadas bajo el paraguas del pluralismo ideológico[12].
Posición que redobla la apuesta al expresar: si el Observatorio debe existir no será para el control de los medios de comunicación sino para “vigilar y transparentar” los dineros públicos utilizados desde el poder, que está sintetizada en la “publicidad oficial”[13], como también por la necesidad de fijarse en el otorgamiento de licencias y frecuencias de radio y televisión como el de monitorear lo relacionado con premios a determinados comunicadores.
En esa tónica discursiva, el otro gran medio de comunicación argentino, diario Clarín, el día 11 de abril, rubricado por el periodista J. Blanck, publica un texto que enfatiza las cualidades negativas de la creación del Observatorio de Medios desde el poder gubernamental.
En ese sentido, el diario apela a una posición descalificadora al considerar que el gobierno de Cristina Kirchner actúa por una “miopía política” que lleva a “contaminar” el observatorio de medios que podría funcionar contra la discriminación.
Posición sustentada en que la prensa es una herramienta de la sociedad con la potestad de “controlar el poder”, mediante al interpretación y la crítica.
Con esto se aleja de la perspectiva del gobierno al señalar que la prensa tiene controles diversos, uno son las leyes, otro el juicio del público, y otro, los observatorios de matiz profesional y académico, distantes de las empresas periodísticas y de los gobiernos. Pero nunca de los gobiernos de turno. Hecho que habría sucedido, según Clarín, con el observatorio de Medios porque el “gobierno impregnó de un contenido faccioso al observatorio de la discriminación”. Estas consideraciones llevan al periodista a expresar, finalmente, que se debe recuperar el observatorio como herramienta política de vigilancia sobre otros aspectos de los medios, ejemplo, lo referido al sexo, a lo racial, pero no transformarse en una “garita policial, de vigilancia mediática”.
En esa línea argumental puede señalarse un número importante de posiciones de diferentes medios de comunicación, que van desde los impresos hasta los existentes en la Web, como también de un conjunto de intelectuales periodistas que perfilan sus fundamentos en línea con los grandes medios de comunicación como son los considerados aquí[14]. Vale la pena detenernos, por ejemplo, en lo expuesto por G. Martinez Pandiani[15] quien utilizando el conocido concepto foucaltiano del “panóptico”[16] en término de clave de quién y qué se observa a partir del Observatorio, señala que es peligroso y riesgoso mezclar “instancias de observación “ con “instancias de sanción”. Caracterizaron que es una directa alusión a lo propuesto por el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Buenos Aires.
Finalmente se afirma: este conjunto de apreciaciones dan alimento a las reflexiones sobre el papel que debería tener el Observatorio de Medios de Comunicación impulsado por el central de Argentina.

Conclusiones.
El somero recorrido realizado por las distintas posiciones sobre la creación del Observatorio de Medios de Comunicación aparece en plenitud con lo señalado al principio: el campo político y el campo comunicacional representan intereses que no siempre están en concordancia, sino que pueden superponerse y en consecuencia se tensionan y se expulsan.
La relación política/comunicación está convalidada desde la búsqueda de la preeminencia en el esfera pública. La observancia de los contenidos y discursos de los medios alteran en extremo una relación de por si compleja. La capacidad de poder de uno y otro se refleja en la disputa que incluye a varios sectores de la sociedad. Intelectuales, políticos, periodistas, pero que paralelamente, deja afuera a grandes sectores, que solo atinan a ver, escuchar y leer argumentos inconsultos.
Esto último es, quizás, una de las debilidades que posee el impulso para la creación del Observatorio, pues se presume que es desde el campo social, con sus organizaciones, que estas veedurías podrían consolidar una perspectiva de comunicación social diferente. De pluralidad y de participación, de consulta, en fin de democratización de los flujos informativos que circulan a cada instante.
Perfilar la discusión sobre la existencia del Observatorio de Medios solo entre los actores de hoy, se corre el riesgo de que la sociedad quede al margen de una instancia de significación. La presencia de los medios de comunicación en la sociedad requiere pensarse más allá de los intereses del gobierno de turno y de los propios mass media, e incluirlo en la agenda de las prioridades gubernamentales con el fin de que adquiera el status de interés público, por encima de intereses particulares y de momento.
La consolidación de las instituciones democráticas supera las disputas coyunturales entre esferas del bloque del poder, son consecuencias de acciones plurales donde los integrantes de la sociedad civil no pueden estar ajenos, a menos que se intente desalojar de la reflexión y de la acción a vastos sectores de la vida social. El riesgo es grande y las consecuencia un debilitamiento y descreimiento aún mayor. Ojala esto sea el principio de un anhelo que la sociedad espera desde hace tiempo.

Bibliografía
Amado Suárez, A. 2005 Información. ¿se puede saber lo que pasa?. Grupo Norma, Ba. As.
Elizalde, L. 2008 La comunicación gubernamental: problemas y soluciones estratégicas, en Elizalde, L y Otros (2006) La construcción del consenso. Gestión de a comunicación gubernamental. La Crujia. Bs. As pp.145-260.
Foucault, M. 1995 Vigilar y castigar. Siglo XXI. Mexico.
Lippmann,W. 1964 Opinión Pública. Edic. Flor. Bs. As
Price, V. 1995 La opinión pública. Esfera pública y comunicación. Paidos, Bs. As.
Monteiro, R. 2004 Medios de comunicación y participación ciudadana, en El espacio público y la construcción de la ciudadanía participativa. UNRC-IFALA, Río Cuarto/Cba. Arg. pp. 25-28.
Mora y Araujo, M. 2005 El poder de la conversación. Elementos para una teoría de la opinión pública. La Crujia, Bs. As.
Marcinkowski, F. 1999 “La transmisión de la realidad política por televisión”, en Thesing, J. y Priess, F. Globalización, democracia y medios de comunicación. Konrad Adenaur. Bs. As. pp, 97-112.
-Semetko, H. y Valkengurg, P. 2000 “Framing european politics. A content analysis of press an televison news”, en Internacional Comunication Association, pp, 93-109.
-Wolf, M. 2008 Los emisores de noticias en la investigación sobre comunicación, en: www.ehu.es/zer/zer3/laswolf.html –consulta 13/05/08-.
-Woltón, D. 1999 Sobre la comunicación. Acento. Madrid.

Consultas en la WEB.
-America Económica. Com (http://www.americaeconomica.com/)
- CISPREN “los trabajadores pagan culpas de los “generales mediáticos”, en http://www.cispren.com.ar/ (extraído, 15/08/08).
-“Creación de Observatorio contra la Discriminación en medios de prensa”(04/04/08), en: http:/www.casarosada.gov.ar (extraído 15-08-08).
-“Cristina Fernández en el acto de entrega de viviendas”, -04-04-08-, en http:/www.casarosada.gov.ar (extraído 13-08-08).
-Diario Clarín. (http://www.clarin.com/). –extraído, 16/08/08-
-Diario La Opinión de Rafaela.(5/4/08) (http://www.laopinion-rafaela.com.ar/).
-Diario La Nación (http://www.lanacion.com.ar/) –extraído, 16/08/08-
-Editoriales ( http://www.visionciudadana/).
- Los medios de comunicación “reflejan” o “construyen” la realidad, en http://www.diadriosobrediarios.com.ar/ (16/04/08) –extraído 13/08/08.
-IADE, Concentración de los medios de comunicación en Argentina.: crisis y dependencia. (http://www.iade.org.ar/).
-Martínez Pandiani, G. “¿Un panóptico para los medios?”., en http://www.newsmatic/.e-pol.com.ar (4/6/08) –extraído, 13/08/08.-
-TELAM política y análisis de los medios, punteo para un análisis… (http://www.telam.com.ar/) -extraído 13/08/08-

[1] Docente investigador del Dpto. de Ciencias de la Comunicación. y del Dpto. de Ciencias Jurídicas, Sociales y Política. UNRC-FCH. Email: rmonteiro@hum.unrc.edu.ar

[2] Es profusa la bibliografía acerca de los Observatorios de Medios y Veedurías. Por nuestra parte, preferimos llevar adelante el análisis desde una perspectiva que involucre dos campos de acción con interposiciones permanentes como son el campo político y el mediático. Por supuesto que los Observatorios de Medios están apegados a la construcción de ámbitos de discusión y construcción ciudadana, solo que aquí por la situación en la que florece el Observatorio en nuestro país, decidimos darle una interpretación aunada a la interposición de acción de dos campos que pujan por sus intereses.
[3] Referimos a los funcionarios de gobierno como el Secretario de Medios de Comunicación; del Interventor del COMFER y de la Pta. del INADI. También del Decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Ver Conferencia de Prensa: “Creación de observatorio contra la discriminación en medios de prensa” 04-04-08, en: http:/www.casarosada.gov.ar (extraído 15-08-08) .
[4] Documento “Cristina Fernández en el acto de entrega de viviendas”, -04-04-08-, en http:/www.casarosada.gov.ar (extraído 13-08-08).
[5] De más está decir que esa afirmación no tiene ninguna correlación con las decisiones llevada a cabo por el gobierno del Ex Presidente N. Kirchner, esposo de la actual mandataria, sobre todo si se analiza la prorroga de licencias que se hace desde en el año 2005 hacia los grandes medios de comunicación en la Argentina que le cediéndole por 10 años la explotación del aire.
[6] Ver la ya mencionada Conferencia de Prensa: “Creación de observatorio contra la discriminación en medios de prensa” 04-04-08, en: http:/www.casarosada.gov.ar (extraído 15-08-08) .
[7] Señalamos esta cuestión porque las expresiones de los más diversos actores políticos, tanto de la oposición como del oficialismo estuvieron incluidos diariamente en los relatos de los medios de comunicación de masas. Y en ese sentido, las expresiones cercanas a lo denunciado por la funcionaria cabría para los representantes de los dos bandos. La sola calificación inicial de Paro Agrario o de Lock Out patronal delimitan los campos de posiciones.
[8] Palabras similares expresa otro de los funcionarios universitarios. Que reclama la necesidad de profundizar en la observación sobre los mensajes y contenidos emitidos por los medios de comunicación. ver Conferencia de Prensa “Creación de Observatorio contra la Discriminación en medios de prensa”(04/04/08), en: http:/www.casarosada.gov.ar (extraído 15-08-08)
[9] Es pertinente señalar que el grupo de intelectuales que formuló el documento de análisis está integrado por algunas reconocidas personalidades en el ámbito de las ciencias sociales del país, lo que constituye un aval significativo desde el campo del conocimiento. Por supuesto ese aval no debería ser considerado la única perspectiva por la inmensa cantidad de intelectuales que se encuentran en el campo de las ciencias sociales.
[10] Es interesante señalar que este planteo tiene su correlato en otros ámbitos comunicacionales. Clarín y La Nación forman parte de complejos multimedios que penetran en diarios, Tv. (cubren parte del territorio nacional, por ejemplo a través del sistema de cable), radios (de alcance nacional) e Internet (con páginas actualizadas constantemente). Esto da forma a una estructura global mediática de importancia, no solo económica sino de difusión de perspectivas sobre el acontece social, político, económica y cultural de la vida del país.
[11] Aunque el texto de referencia este firmado por el periodista Emilio J. Cardenas, se puede expresar sin muchas tensiones que forma parte de la visión “oficial” del periódico. Se sabe, y sobretodo, en este tipo de multimedios que la “independencia” de los periodistas está limitada por factores editoriales. En ese sentido, desde el ámbito científico, los estudios del “newsmaking” son importantes para profundizar sobre la manera en que se formulan, construyen y difunden las noticias desde las redacciones. Ver por ej, -Wolf, M. 2008 Los emisores de noticias en la investigación sobre comunicación. (http//www.ehu.es/zer/zer3/laswolf.html) –consulta 13/05/08-.
[12] Vale la pena señalar que este discurso no es ajeno a la construcción de perspectivas y puntos de vista sobre una posición específica del periódico. Los medios no construyen discurso “neutros”, son delimitaciones múltiples que operan en esa conformación. La perspectiva de Agenda Setting, podría darnos pistas firmes sobre la manera en que se formulan, por ejemplo, las agendas cotidianas.
[13] Específicamente dice la nota de La Nación que es necesario que este control sobre la publicidad oficial que incita contra el diario multimedios de Clarín (el caso de TN, es ejemplificador). Por supuesto que las cifras de los gastados está “colgado” en la página del COMFER en la WEB.
[14] Sobre este particular, ver por ejemplo, alguna de las posiciones de diarios y periódicos aparecidos en la WEB. Diario La Opinión de Rafaela.(5/4/08) (http://www.laopinion-rafaela.com.ar/ ), Editoriales ( http://www.visionciudadana/). También puede consultarse el debate ente varios intelectuales: Los medios de comunicación “reflejan” o “construyen” la realidad, en http://www.diadriosobrediarios.com.ar/ (16/04/08) –extraído 13/08/08. y CISPREN “los trabajadores pagan culpas de los “generales mediáticos”, en http://www.cispren.com.ar/ (extraído, 15/08/08).
[15] Decano de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad del Salvador. El texto de referencia es titulado: “¿Un panóptico para los medios?”., en http://www.newsmatic/.e-pol.com.ar (4/6/08) –extraído, 13/08/08.-
[16] Foucault, M. 1995 Vigilar y castigar. Siglo XXI. México,