martes, 19 de octubre de 2010

Preguntas sobre temas actuales


Algunas preguntas que dan vuelta, con más inistencia, por estos días refieren fundamentalmente al papel, fnción y acción que tienen hoy los medios masivos en la sociedad. En tal sentido, haciendo un juego de la fantasia, respondemos las siguientes que forman parte de discursos, jornadas, congresos, reuniones.... Espero sus opiniones y sugerencias ya que depende de todos la construcción de un espacio público cada vez más inclusivo, sin distinciones que solo prefiguran modos de autoridad cercanas a la intolerancia.:

  1. ¿ los medios de comunicación cumplen el papel del cuarto poder?

Es una idea bastante antigua creer que los medios masivos de comunicación son una suerte de cuarto poder. Sobretodo si se considera la significativa presencia que tienen en la vida social. Ahora bien, qué significaría el cuarto poder de los medios: un poder no configurado desde los cimientos de la representación que logra, por ejemplo, la política que debe someterse periódicamente al voto de la ciudadanía. En ese sentido, el cuarto poder es entendido como un poder que posee la capacidad de no verse obligado a dar respuestas sobre sus actos, salvo a sus propias audiencias siguiendo la máxima de los medios como empresas, lograr la mayor rentabilidad económica. Sin embargo, los mass media son poderosos en la configuración del presente social e informativo. Las personas tenderán a discutir en sus entornos muchas de las cuestiones que los medios ponen en sus agendas informativas cotidianas. No nos dirán qué discutir pero si sobre qué hacerlo y en esa perspectiva va incluida la posición de que adquieren importancia toda vez que logran un reconocimiento, una autoridad, un conjunto de funciones que excede ampliamente la mirada ingenua de que son simples relatores de acontecimientos. Son portavoces de perspectivas, sociales, económicas, políticas y también ideológicas. Por tanto, se revelan como un sistema de control que intenta, desde sus parámetros solicitarle al conjunto de la sociedad y en particular al campo del poder, entre otras cosas, rendición de cuenta, responsabilidad y transparencia. Inmiscuyéndose y tomando partida, muchas veces, desde sus propios patrones e intereses, cuestionando e incluso alterando, por ejemplo, decisiones venidas de otros campos como el de la justicia, que siempre es mucha más lenta que la dinámica poseída por los medios de comunicación.

  1. ¿Algunos acontecimientos recientes como la Ley de medios, afectan la credibilidad de los medios de comunicación?

Lo que aparece es una nueva dinámica en la discusión sobre el carácter de la propiedad de los medios de comunicación en nuestro país. Y está bien que así sea. Cualquier sociedad que se precie de avanzar en profundizar de la vida democrática debe considerar la responsabilidad, el papel y el lugar del sistema comunicacional. La mal denominada ley de medios (Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual) viene a poner en discusión como será el sistema de comunicación hacia delante, sobretodo si se entiende que más allá de las modificaciones parciales se regia por una Ley (Ley de Radiodifusión 22.285/80) elaborada y plasmada en uno de los gobiernos más negros de la historia Argentina. Y en ese sentido es un paso importante analizar si la sociedad necesita de un sistema comunicacional altamente concentrado o bien la posibilidad de distribuir los flujos comunicacionales de forma distinta. No es un detalle. Al contrario excede la disputa que se da actualmente entre el gobierno nacional y algunos grupos empresariales de la información y comunicación. Se enclava en una mirada tendiente a profundizar en la democratización de los repertorios, de los puntos de vista del arco ideológico; en última instancia, se puso en discusión como estarán estructurados los medios del futuro en nuestro país.

Y esto tiene algunas repercusiones, por ejemplo, la relacionada con una preocupación cada vez más presente, inserta en una discusión sobre qué tipo de contenidos están difundiendo los medios, en particular la televisión, que en nuestras sociedades es la fuente principal desde donde se nutren las personas para conocer la que ocurre en la sociedad. Y eso sí es significativo. Porque hoy con cada vez más insistencia todo se espectaculariza, se faranduliza, todo corre el riesgo de ser parte de un show, todo forma parte de una dinámica fugaz que permea todos los campos, y en eso el político es un campo que no puede resistirse a ser parte de ese proceso que degrada la complejidad de los niveles de discusión pública que requeriría una sociedad que busca salir de sus crisis. Entonces, los medios perderían legitimidad, autoridad a costa de imponer unas rutinas más predispuestas a ser definitivamente una parte sustancial de sus ganancias y dejar de lado el interés público que es diferente que el interés del público, bajo el artilugio de que eso interesa al público.

  1. ¿Cual debería ser el rol de la sociedad en relación a los medios?

En el plano ideal, la sociedad debería tener mucho más involucramiento de la que tiene en todas las esferas de la vida social. Esto se plantea porque sino se corre el riesgo de fragmentar los vínculos de la sociedad con sus procesos participativos creyendo que puede ser ampliamente participativa en unos temas y sin ningún tipo de interés en otros. Justamente, con los medios pasa algo relativamente parecido, la sociedad (una denominación demasiada genérica en este caso) de pronto se encontró involucrada en una disputa entre el gobierno nacional y grupos empresariales de la comunicación e información sin saber inicialmente muy bien de que se trataba. En ese sentido, ambos sectores al presentar reiteradamente sus puntos de vistas favorecieron el reconocimiento público de cuestiones que eran escasamente visibilizadas por las personas. Ahora bien, que se haya puesto en la esfera pública una disputa que venía brotando por aspectos lejanos de lo estrictamente comunicacional, por ejemplo, la reyerta entre el gobierno y el sector del campo, no necesariamente precipitó mayor participación y debate ciudadano. Más bien pareció darse una contienda de dos sectores del “bloque en el poder”; no obstante, una y otra usina informativa y comunicativa (políticos, periodistas, publicistas, medios) alimentaron la atmosfera social y en consecuencia determinados sectores se involucraron con esos discursos. Esta situación es positiva toda vez que el tema de los mas media aparece como política de estado que debería ser significativa para el conjunto de la sociedad. Aún así, otras preocupaciones, como las económicas, las laborales, las de seguridad, compiten por la atención y preferencias de las personas y en consecuencia el problema de los medios forma parte de repertorios e inquietudes que no alcanzan a diseminarse por toda la trama social, concentrándose en pequeños grupos interesados. Situación no óptima. Por el contrario, se debería lograr una amplia discusión pública sobre lo que se quiere hacer con los medios en la sociedad. Sin embargo, esto por ahora quedó enclaustrado en diferentes niveles de participación y en definitiva de decisión que no roza a toda la sociedad.

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